¿A quién se le conocía como «Tata Lapo?

Poco se conoce de el nacimiento y la juventud de Serapio Cruz.  Se sabe que su familia poseía una hacienda de Oriente del país.  Es más que probable que los primeros años de los Cruz -Serapio y Vicente- fuese la de todos los jóvenes de Guastatoya:  diestros en las faenas del campo, buenos rasgueadores de guitarra e ignorantes de todas las letras.

El material Serapio Cruz, según lo describe Federico Hernández de León:  …era un hombre ignorante, militar de fortuna,  compechano y valiente en toda la línea.  

En aquel tiempo, las batallas se ganaban yendo el jefe del ejército a la cabeza, y los militares que exponían más su vida eran quienes ganaban el ascenso:  así se llegaba a coronel, a brigadier y a mariscal de campo.

Eran tiempos patriarcales.  En el campo a los varones adultos se les Tata.  Así, don Serapio era conocido con el nombre de Tata Lapo.

Después de guerrear casi toda la vida, murió en el pueblo de Palencia, el 23 de enero de 1870, combatiendo contra el gobierno conservador de Vicente Cerna.

Su obra:  Desde 1837, los Cruz siguieron a Rafael Carrera en su lucha guerrillera contra el gobierno liberal de Mariano Gálvez.  Hombrez de campo apegados a los antiguos valores que la religión y los terratenientes habían consagrado como inviolables, no vacilaron, al igual que casi todos los campesinos de Oriente, en echarse a las montañas para derrocar el gobierno que, según se les decía, atentaba contra las leyes de los hombres y de Dios.

Después de la caída del gobierno liberal y del entronizamiento del largo período de Carrera, tanto don Serapio como su hermano Vicente, se levantaron varias veces en armas en contra de su antiguo compañero, con el ánimo de derrocarlo y de hacerse con el poder del Estado.

Sin embargo, debido a sus escasas dotes de cultura y a su incapacidad para organizar y dirigir el ejército, los Cruz vieron fallidas sus intentonas y tuvieron que conformarse con vivir bien a salto de mata, bien en el exilio o bien combatiendo contra las tropas gubernamentales.

A la muerte de Carrera, el sucesor de Cerna, tuvo que enfrentar los ataques guerrilleros de los Cruz que se lanzaron a fondo.  En una oportunidad, el gobierno capturó a don Serapio después de una batalla que sostuvo contra sus tropas al mando del coronel Antonio Solares -Tata Tonino-, quien le puso en la frontera con El Salvador, después de hacerle jurar que no regresaría jamás a combatir contra el gobierno.  

Sin embargo, el gobierno de don Vicente Cerna se había vuelto odioso a la mayoría de la población.  Pese a ello, el 17 de enero de 1869, la cámara de representantes lo reeligió para continuar en el poder por cuatro años más.

Haciéndose eco del clamor y la indignación populares en contra del gobierno de Cerna, el mariscal Cruz ingresó al país desde Chiapas, en donde se encontraba exiliado por su intentona guerrillera de 1867.  Después de las andanzas guerrilleras e intentonas que se han relatado, el gobierno supo que el mariscal Cruz se hallaba con sus 400 hombres en las Pontezuelas, cerca del pueblo de Palencia.

El mariscal Cruz tomó parte decisiva en el combate montado sobre su caballo.  Sin embargo, al verse perdido, huyó hacia el cementerio de la localidad y se despeñó en un barranco poco profundo.  Con la pierna fracturada se defendió con furor.  Acosado por todas partes, murió a manos de un sargento y un soldado.

El furor de los vencedores no tuvo límites y el cadáver del mariscal fue profanado.  Ramón A. Salazar describrió la dolorosa escena:   «Caliente aún el cadáver, le cortaron la cabeza y el general victorioso dispuso mandar a su amo aquel trofeo sangriento, para que aplacase en su festín de odio, su hambre de venganzas».    La noticia de la muerte del guerrillero se extendió por toda la capital el domingo 23 de enero de 1870.

La cabeza fue depositaba en la capilla del cementerio.

Imagen tomada de  https://es.wikipedia.org/wiki/Serapio_Cruz

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