El cuadro de Jesús de las Tres Potencias

El cuadro de Jesús de las Tres Potencias

14 abril, 2021 Arte y Cultura Escritos varios 0

Autora Violeta Arredondo

Para mí, Jesús de las Tres Potencias, es mi Jesús de mi devoción y de mi corazón. Es el Amor de mis amores.

Dios me ha regalado muchas y miles de bendiciones durante mi vida, y sé que seré millonaria con las bendiciones que Él me regalará.

Con muchas nostalgia, recordamos ese ese lejano 29 de marzo del 2016, cuando el Padre Edwin Muñoz Fajardo, ofrecía una misa para despedir a la C. I. de Jesús de las Tres Potencias de su iglesia… ponía en las manos de Dios la restauración de nuestro Nazareno como de San Felipe Neri, dos joyas invaluable del barrio Antañón de la Parroquia Vieja, como de toda su feligresía. Sus devotos sabíamos que la separación sería temporal, y ya sentíamos ese vacío.

Con el paso de los días, se sentía «raro» no ver la imagen en su camerino, así que muchas personas pasábamos viendo su «lugar vacío». Era un sentimiento raro.

En mi caso, entraba a la iglesia,  visitaba el Sagrario, veía «su lugar» y pasaba rozando la mano sobre la madera pensando en su retorno.

Dios obra de formas misteriosas, y creo de alguna forma Él me quiere a su lado. Algunas veces, siento que me quiere muy cerca de Él. Les diré porqué. En aquel año, me hicieron llegar una pregunta si podía enviarle una fotografía de Jesús, porque querían ponerla en su camerino. No me pregunten, cómo me sentí en ese momento. Era emoción, regocijo… indescriptible. ¡Claro, acepté sin pensarlo dos veces!.

En lo personal, no me considero una fotógrafa profesional y, para que una fotografía que yo había capturado estuviera ahí, ¡Sinceramente fue un honor! Me consultaron, si deseaba que le colocaran mi nombre, dándome los créditos en la impresión que iban a realizar, respondí que NO.   Porque, era  a Jesús de las Tres Potencias, a quien debían ver, a quien tenían que elevar una oración, Él debía ser el centro, no yo.  Aun hoy, creo que la mayoría de personas no saben de quién fue es fotografía, que dio lugar a la manta.  

Cuando me compartieron la fotografía en la cual estaba ampliada, impresa y colocada dentro del camerino, lloré de la alegría, agradecí el permitirme servirle… Le mostré la imagen a mi mamá, y le dije: -“Mamá, miré pusieron un cuadro de Jesús en su camerino”.   – Qué alegre,  qué bonito está, así no se siente tan solo cuando uno llega a la iglesia y tiene a quien rezarle.   (no le dije que era mía la foto).   

Sólo Jesús sabe ¿Cuántas oraciones, peticiones, agradecimientos habrá recibido?,  ¿Cuántos sueños y anhelos habrá cumplido en aquellos años?, ¿cuántos corazones se acercaron más a Él?  Eso solo Él lo sabrá. Lo cierto, es que de alguna u otra forma, fui parte de su historia de restauración.

Hoy, este cuadro lo podemos ver en el «Coro Alto» de la iglesia. Lo veo y pienso, que soy su «oveja descarriada», porque me llama de diferentes formas para tenerme muy cerca de su corazón. ¿Qué más bendiciones, me tendrá deparadas?

Fotografía original de Violeta Arredondo.
Actualmente, se encuentra en el Coro Alto de la Iglesia.

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