El fin, justifica los medios

El fin, justifica los medios

4 mayo, 2020 Arte y Cultura Escritos varios 0

Según la Cultura Egipcia, al morir un Faraón lo embalsamaban y lo enterraban en una cámara mortuoria con cosas que le iban a servir para pasar el inframundo y que iba a utilizar en su otra vida.   Han encontrado dentro sus pertenencias, animales domésticos, herramientas, mobiliario, embarcaciones, lanzas, comida, joyas…

En la vida real, muchos se creen faraones o descendientes de ellos, pues únicamente se dejan llevar por lo material.   ¿Acaso ellos piensan que al morir, los van a enterrar con todos sus tesoros?   Ni que fueran Dioses Egipcios o Farones.

Aunque creo, que algunos suponen ser de una jerarquía superior que desean que todas las personas que los rodean le den una reverencia, le besen los pies o le alaben.   La vida real, es otra.   Por favor, ubíquense.

La vida está conformada de momentos, momentos que no tienen precio.  Esos que te llevarás contigo y nadie te va a “robar” porque están dentro de tí.   Por más que quieran “aparentar” estar un nivel socioeconómico superior, donde la felicidad real y verdadera dista de ser pura, es un precio que se tiene que pagar para “subir” de nivel.

¡Ah! la vida, si solo supieran que la verdadera felicidad, el verdadero amor, la verdadera riqueza está dentro de cada uno, y para que aumente, el único requisito es compartirla con otras personas.    No hay nada más que complazca el espíritu, que ver sonreír a una persona, el recibir ese abrazo con ese cariño que el dinero no puede comprar, esa carcajada sincera de algo que pasó, una taza de café compartida con el poco dinero que puedas llevar dentro de bolsillo…

Sin embargo, hay personas que si tienen o no un adorno de bronce para que adorne una mesa, si comparto a los cuatro vientos que compré mis lucitas de navidad en almacenes de “prestigio”, me pregunto ¿será que nunca fui a esos lugares, es pura vanidad, es dar a conocer lo que no tuve?.   Porque las mismas luces, se pueden comprar con el señor de la 6ta. avenida, en el parque central, un con vendedor callejero… y todo a menor costo.   Porque adicional, de comprar en “estos almancenes”, lo compran en oferta, es mejor compararlo en otro lado, y esto al precio “normal”.

Como todo es apariencia, todo es materialismo, por querer decir, yo tengo tengo, yo fui acá, yo, yo, yo, yo………  ¿cuánto de ese dinero o cosas materiales comparten con otras personas que realmente lo necesitan?.

Aclaro, que no me refiero a aquellas personas que han nacido en un nivel económico alto, que saben dónde están parados, que a pesar de contar con ese dinero desde antes de nacer, muchos no aparentan tenerlo, son personas sencillas, abiertas, sinceras, compasivas con los que tienen, hay excepciones también.    Sin embargo, no andan presumiendo de lo que tienen, viajes, compras, carros o estudios.   Ese tipo de personas, es la que me agrada, que anda por la vida, incrementando su “yo espiritual”, porque lo material es por añadidura.

Los seres humanos, deberíamos trabajar más la “zona mágica de lo espiritual” que lo material.   En este espacio, se pueden crear y tener sentimientos, emociones, proyectos, sueños, ideales, hermosos.    Hasta esto hay que cuidarlo, porque muchos, te los pueden robar o te pueden decir que no se hacer, con tal que tu no logres tu sueño.   En ese caso, resguárdalos y únicamente compártelos con aquellas personas que te ayuden a alcanzarlo.

Las personas materialistas, solo buscan el dinero, nunca los sentimientos.  Pueden manipular tus emociones, para conseguir lo que desean.   El fin, justifica los medios.   

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