Tito…

Los bebés, niños, adultos o personas de la tercera edad, la mayor parte de estas han tenido como un osito de peluche. El material, color, tamaño, si es de caricatura, de colección, regalado, comprado, encontrado, de marca o hecho por alguien especial, ese oso es especial.

Seguramente, ese oso tenía su nombre. Para que no sea la excepción a este osito, lo bautizaremos como «Tito».

Hay «peluches» (como se les dice), que tienen una historia o muchas historias si las cuenta un niño o una niña. Estará llena de alegrías, tristezas, aventuras, su consuelo por las noches de lluvia, truenos o tempestad.

Si Tito, pudiera hablar, ¡ya me imagino cuántos secretos contaría! Los osos de peluche. Solo como dato histórico el primer oso articulo vio la luz en 1903 en Alemania, por la Empresa Steiff en la feria de Leipsig y, se llamada «55PB» que significada (55cm de altura, P de felpa y B era articulado).

Cuando es niño(a) aunque tenga otros juguetes, siempre tiene uno preferido, aunque esté viejito, cosido, remendado, vuelto a coser… pero es su oso, que no puede perder.

¡Ah! pero que decir de los osos que se regalan en un hermoso arreglo floral, con algunos chocolates, quizás para el día del cariño. Para estos esos, no sé si la «suerte» les durará mucho tiempo.

Eso cambia cuando un oso, es regalado por los nietos. Aunque sea dibujado, ese osito, durará mucho tiempo.

¿Cuántos Titos habrán todavía? ¿Cuántos recuerdos viviste con tu osito de peluche?, ¿Quién te lo regaló?, ¿Qué momento en especial, viviste con Tito?

Si Tito, tuviera vida, ¿Crees que aprovecharía más el tiempo que tú?, ¿Amaría más a las personas?, ¿Qué emociones y/o sentimientos dejaría a un lado para ser mejor?

¡Tito, el osito!